Por Sophimanía
Desde las creencias más difundidas, como el bajar la mirada cuando no se dice la verdad, hasta las técnicas más sofisticadas desarrolladas por las agencias de inteligencia, todas ellas se basan en lo que las miradas muestran para averiguar lo que las personas están razonando.
Un estudio desarrollado por especialistas en Psicología, cerebro y cognición de la Universidad de Amsterdam, refuerza la antigua creencia de que los ojos son "el espejo del alma", pues muestra que la dilatación de las pupilas revela ciertos estados de voluntad con una precisión tal que puede asumirse que las pupilas son un indicador confiable de nuestros estados mentales.
El estudio describe una correlación entre las respuestas de una persona y la dilatación de la pupila. Esta se dilata más cuando vamos a aseverar algo, que cuando lo negamos.
La dilatación de las pupilas muestra no solo la reacción del aparato visual a la luz, sino nuestro procesamiento mental.
No obstante, lo novedoso del estudio es que ha detectado que las pupilas se agrandan más cuando afirmamos algo a pesar de que realmente no lo creamos así.
Estudios anteriores, como el realizado por especialistas en Neurofísica y Biología de la Universidad de Marburgo y del Instituto de Tecnología de Pasadena en Estados Unidos, ya habían mostrado la variación del tamaño de las pupilas a partir de la toma de decisiones.
Sin embargo esta nueva investigación, publicada en la PNAS, revela que la dilatación de las pupilas refleja todo el proceso de elección de preferencias y toma de decisión. Los investigadores detectaron que las pupilas reflejan el estado real de nuestros deseos.
La mayor dilatación de las pupilas muestra la intención de querer afirmar algo.
Los especialistas examinaron la reacción de las pupilas de 23 participantes a quienes se les presentó una serie de señales virtuales en un monitor; para evitar que se falsee la elección, se difundió un ruido dinámico de fondo durante las vistas.
El estudio mostró que la pupila se mantiene activa, no solo al final del proceso de toma de decisión, sino durante todo el transcurso de este procedimiento.
Asimismo, las mediciones revelaron que la pupila llegaba a tener una mayor amplitud antes de afirmar que cuando se iba a negar. La mayor o menor dilatación de la pupila debido a elecciones depende de la estructura cerebral que controla la expresión fisiológica de las emociones; específicamente es el sistema nervioso parasimpático en mediación con el hipotálamo los que controlan las pupilas frente a una reacción.
Es desde el hipotálamo, que está controlado por el lóbulo prefrontal (la zona del cerebro más evolucionada), desde donde se emite el impulso relacionado con la decisión. Es ahí donde se delibera el grado de deseabilidad de algo en función a nuestras experiencias pasadas, preferencias, etc.
Las deliberaciones se procesan en el hipotálamo, que emite un impulso a las pupilas, lo que nos revela el tipo de decisión.
Así, las pupilas vienen a ser aquella "diminuta ventana" por donde podemos acceder al ámbito más intimo de nuestras deliberaciones originadas en el hipotálamo.
Estudios previos ya han resaltado que la reacción de las pupilas puede revelar diverso tipo de datos, incluso los más insospechados como las preferencias sexuales. Investigadores del Departamento de Desarrollo Humano de la Universidad de Cornell mostraron en un estudio de 2012 la reacción de las pupilas cuando se mostraban videos eróticos a los voluntarios.
El estudio mostró que las pupilas se dilataban más cuando los participantes de la investigación veían imágenes de personas que les parecían más atractivas. Incluso, la reacción de las pupilas permitieron resaltar una diferencia de género.
Mientras que en el caso de los hombres, las pupilas se dilataban al mostrárseles videos eróticos donde aparecían mujeres y no cuando veían hombres; en el caso de las mujeres, no fue fácil determinar su preferencia sexual pues sus pupilas se dilataban casi de la misma manera al observar escenas eróticas con personajes de uno y otro sexo.